Everest Trail Race 2016
Pablo del Río Etchart ha participado en la última edición de la Everest Trail Race y nos envía su valoración sobre la prueba.
La Everest Trail Race es una carrera de montaña por etapas que lleva 5 años celebrándose en noviembre, aprovechando la estación seca en Nepal.
Comienza en Jiri, por el mismo sendero que iniciara su aproximación al Everest la expedición británica que integraban el neozelandés Edmund Hillari y el sherpa Tenzing Norgay cuando, por primera vez, se puso el pie en el techo del mundo un 29 de Mayo de 1953 y acabando en el Parque Nacional de Sagarmantha (nombre que le dan en Nepal al Everest), transcurriendo por parte del trekking al Campamento base del Everest.
Llegada a meta en la quinta etapa. De izquierda a derecha el Everest (8.848 mts.), Lothse (8.516 mts.) y el Ama Dablam (6.812 mts.)
Consta de 6 etapas de entre 20 y 37 kilómetros con desniveles brutales, acumulando un total de casi 30.000 mts. en los 160 kms. de recorrido que transcurren a una altitud aproximada de entre 1.000 y 4.000 metros sobre el nivel del mar.
Llegando al Pikey Peak, a 4.100 metros de altitud
Vistos estos números, ya da miedo, pero si encima añades que es de ¨casi-autosuficiencia¨, ya empiezas a temblar nada más inscribirte. Y, ¿porqué lo llamo ¨casi-autosuficiencia¨? Pues porque durante esos 6 días la organización te proporciona comida, agua y te monta la tienda de campaña para dormir, pero tú te tienes que llevar en la mochila durante la carrera, todo lo que necesites para esos días, incluso el papel higiénico. Por tanto, el saco de dormir, la ropa y demás artículos, incluyendo el material obligatorio que necesites lo llevas tú…y además con un peso controlado por la organización de entre 3,5 y 8 kg.
Con todos estos datos, es considerada una de las carreras de montaña más duras del mundo pero, como en todo, depende de tu punto de vista. Es una carrera distinta a los ultras de montaña, lo importante es tu capacidad de recuperación entre etapas y cómo te adaptas a la altitud. Hay que tener en cuenta que no hay duchas, que la comida no es de lo más variado y que duermes a altitudes de casi 4.000 metros a temperaturas que rondan los -10 grados.
Campamento a 3.800 mts. Las tiendas amarillas es donde dormíamos de 2 en 2, la azul es el comedor, las verdes ¨vestuarios¨y las pequeñas azules el WC
Aunque todo esto asuste, correr viendo el Everest y otros ochomiles, cruzando decenas de puentes tibetanos, pedir paso entre Jaks y conociendo la cultura nepalí es algo que jamás olvidarás, te lo aseguro.
El precio de la carrera es alto a priori (unos 3.000 €) y no te hacen grandes regalos, más allá de una camiseta y una medalla de ¨Finisher¨ (muy original, por cierto) si la acabas pero, a cambio, te aseguro que te sientes muy seguro y en familia en un lugar tan inaccesible. Hay personal de la organización en los rincones más complicados del recorrido que tienen controlado a cada participante, informando constantemente del desarrollo de la carrera, de las condiciones meteorológicas e incluso acompañando a meta a los participantes que hayan podido tener problemas físicos (alguno llegaba ya entrada la noche al campamento, acompañado de personal de la organización).
Camiseta de Finisher, roadbook abierto por la etapa reina, medalla y la tarjeta de control de paso y avituallamiento que te marcaban cada día.
Hay que tener en cuenta que retirarse es complicado, allí no hay carreteras, de hecho, nada más darse la salida a los corredores, en el campamento, aterrizaba un helicóptero para poder trasladar al director de carrera y lo básico a la meta que ya se encontraba montada desde el día anterior.
Todo esto implica que, si no te ves capaz de seguir y decides retirarte, la organización te busca los medios para salir del lugar, pero corren de tu cuenta, como ejemplo, 1 h de helicóptero son 1.500 €, y en Jeep tardas unos 2 días en volver a Katmandú. Eso sí, si tienes un accidente, por supuesto que te recogen, para eso pagas un seguro a parte de la inscripción que cuesta unos 90 €.
Comida y agua no te van a faltar, yo recuerdo llegar a comer hasta 3 veces en un mismo día y luego cenar. Nada más llegar a meta intentaba seguir un ritual, me cambiaba para estar seco y comer.
Para el transcurso de la etapa te dan 2 barritas y 3 geles además del agua, pero si quieres sales, te las tienes que llevar tú ya que la organización no te surte. Por supuesto los geles y barritas están numerados con tu dorsal para que no los tires y respetes el medio, si encuentran uno con tu número, te sancionan con tiempo en la clasificación.
Tienda-comedor, en la imagen, el sherpa de la gorra negra ha hecho cumbre en el Everest 4 veces
En los 2 avituallamientos de cada etapa daban mas agua, frutos secos, caldo, noodles… También llevan algo de comida de aquí, como fuet y algo que me hizo mucha gracia, cereales rellenos de chocolate del Mercadona!! Esto lo hacen porque sienta muy bien recurrir a sabores mediterráneos.
Cada día y a partir de la segunda etapa, se hacían 2 salidas distintas, una para los 15 primeros de la clasificación y otra, una hora antes, para el resto. A mí esto me resultó raro en un principio, pero debe ser también habitual en estas carreras para que los últimos tengan más margen para llegar de día al campamento. Con el transcurso de las etapas me dí cuenta de que, además de necesario, era una idea perfecta tanto para que los corredores rápidos tuvieran gente animando por el recorrido de la etapa, como para que los más lentos pudieran seguir el desarrollo de la disputa de la etapa en plena carrera.
Todo esta interacción entre corredores de distintos niveles y la vida en los campamentos crea un clima de buen rollo al margen de la disputa de la carrera que no he visto en ninguna otra competición. Es increíble ver cómo el ganador (nepalí) se preocupaba por hacerte un té, ver cómo cuando llega el último de la etapa, se levanta todo el campamento para ir a aplaudirle o lo que aprendes hablando con corredores de todo el mundo (Sudáfrica, Argentina, Italia, México, Slovenia, Inglaterra, Portugal…).
Este buen rollo hace que, más que rivales de carrera, tengas compañeros. En mi caso concreto, hicimos un trío que en clasificación íbamos muy juntos pero que en carrera nos ayudábamos como si fuéramos un equipo e intentábamos entrar en meta juntos.
Mis compis de ¨batalla¨, Yosu e Isma, sexto y séptimos clasificados
Resumiendo…ahorra, prepárate y apúntate. Si entrenas bien, practicas un poco la situación de carrera en montaña unos días, verás cómo no es tan difícil y vas a vivir una carrera-aventura inigualable.
Si tienes alguna duda puedes incluso hablar por teléfono con la organización, te atenderán amablemente.
Jordi, Director de carrera, esperando al final de cada etapa hasta el último corredor.
Más información sobre esta prueba en: http://www.everesttrailrace.com/
Opinión facilitada por Pablo del Río Etchart
- Buen ambiente entre los participantes
- Trato personalizado por parte de la Organización.
- Las vistas del recorrido y paisajes.
- Los traslados.
Organización
Avituallamientos
Recorrido
Atención al participante
Público
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