En este año 2.016 se ha celebrado la segunda edición de este triatlón y también ha sido mi segunda participación. Como toda prueba que nace se van introduciendo cambios para mejorar y creo que lo van consiguiendo aunque sigue habiendo aspectos a mejorar.

(foto correspondiente a la edición del 2.015)

La página web creo que es bastante completa y facilita una información detallada de todo lo que le puede interesar a alguien que está pensando en inscribirse a la prueba: recorridos, reglamento, precios, alojamiento, horarios, autobuses, avituallamientos, etc.

Un detalle es la oferta que hacen a participantes del año anterior dando la posibilidad de inscribirse antes de la apertura del plazo para ello y a un precio más reducido.

La atención por parte de dirección de carrera a consultas que he tenido que hacer desde que me inscribí ha sido muy buena, respondiendo con rapidez y gran amabilidad, lo cual es de agradecer porque es algo que no te encuentras en todas las pruebas.

Este año la recogida de dorsales ha sido en un lugar diferente al anterior, en Baluarte, sin duda más cómodo para aparcar si vas de fuera de la ciudad (hay un parking en el mismo edificio) y el espacio es más amplio. Es una pena que la feria del corredor sea muy pequeña ya que solamente había un par de stands, pero eso no afecta a los servicios que recibe el participante. Un error que ha tenido este año la organización es que las tres bolsas que entregaba para cada disciplina eran de “Run” en lugar de “Swim”, “Bike” y “Run”, aunque eran de color diferente. Seguramente se encontrarían con este error al recibirlas pero eso no quita para que sea un fallo importante. Para evitar confusiones en las mesas de recogida de dorsales había carteles que indicaban a qué disciplina correspondía cada bolsa. Por el contrario, como aspecto positivo es la guía del atleta que te envían por correo electrónico y que también está disponible en la web, que ofrece una información muy detallada.

También ha cambiado este año el lugar donde se cogía el autobús, siendo en la propia estación de autobuses. Otra novedad ha sido la posibilidad de trasladar la bicicleta desde Pamplona hasta Alloz, previa solicitud en el formulario de inscripción y abono del precio correspondiente, lo cual es una opción más que interesante.

Este año también han cambiado el modelo de mochila que entregan con la inscripción, mejor que la del año pasado pero podría ser de mejor calidad si lo que se pretende es que se le utilice después de la prueba.

Asimismo, este año se ha ofrecido la posibilidad de alquilar neoprenos, lo cual es interesante para aquellos que quieren probar un nuevo modelo o no quieren trasladar uno. Además, para poderte “hacer a él” lo puedes utilizar durante una semana.

Entrando ya en lo que es el triatlón y, siendo conscientes de la dificultad que entraña organizar una prueba como esta, hay aspectos que creo que deberían mejorar.

Las zonas de transición están bien organizadas, cubiertas para que el participante se pueda cambiar “sin miradas externas”. Cada participante tiene su bolsa colgada con lo que ha dejado para la siguiente disciplina y dejar lo que ha utilizado en la anterior. En la salida hay dos camiones que llevan las bolsas a Pamplona, tanto a la T2 como a la consigna.

La salida este año ha tenido un cambio este año ya que en lugar de ser masiva con todos los triatletas saliendo a la vez, lo cual hace que los inicios sean complicados por atascos y golpes, han optado por la modalidad de salida lanzada o “Rolling start”, habiendo cinco banderolas que señalaban los tiempos estimados para la natación de tal forma que cada participante se podía situar en el espacio reservado para ello. Esto no significa que hubiera diferentes salidas sino que los participantes íbamos avanzando a medida que tomaban la salida los que estaban en posiciones más adelantadas. Esto es criticado pero, desde mi punto de vista, la experiencia ha sido positiva ya que no se produjeron aglomeraciones y te permitía nadar con más espacio en los metros iniciales.

La temperatura del agua era bastante fría, 14,4º, lo cual obviamente no depende de la organización pero dificultaba el nado sobre todo al principio. Un punto muy mejorable en la natación son las boyas, muy pequeñas, no se ven desde el agua lo cual hace que no puedas llevar una buena referencia y, como fue mi caso, nades más metros.

Otro problema fue que en los metros finales te podías topar con unos árboles en medio del recorrido. Imagino que será porque las lluvias de este año han hecho que subiera el nivel del pantano pero en mi opinión debería estar señalizado para evitar riesgos innecesarios o bien colocar una piragua con un voluntario que advirtiera a los participantes.

La transición es durilla ya que, según sales del agua, hay que subir una larga cuesta pronunciada que atraviesa el camping Aritzaleku hasta la T1.

El inicio del tramo de bici es complicado y peligroso ya que se inicia con bajadas con buena pendiente y con curvas de herradura que hace necesario ir con mucho cuidado.

(foto correspondiente a la edición del 2.015)

El viento es una constante durante todo el sector, lo fue el año pasado y lo ha sido éste. Hasta coger el cruce hacia Mendigorría, el viento es a favor pero después te lo encuentras de cara y eso hace más duro este sector que, de por sí, ya lo es debido a su recorrido. Hay continuas subidas y bajadas por lo que no te esperes un recorrido llano. Si no fuera por el viento (todos sabemos lo molesto que es en la bici) sería un recorrido muy atractivo, particularmente para los que les gusta que la carretera tire hacia arriba.

Algo que no me gustó es que el circuito está abierto al tráfico, lo cual hace que se produzcan situaciones de peligro. Obviamente cortan el tráfico en los cruces pero hay que tener cuidado al adelantar porque te puedes encontrar con algún vehículo que venga en el mismo sentido de circulación. Sin duda esto es algo que, en mi opinión, la Organización debería mejorar si quiere hacer de este un triatlón realmente importante y de referencia.

Los avituallamientos en este sector son suficientes, tres concretamente, donde te facilitan agua, sales, geles y fruta, más que suficiente ya que nunca te va a faltar nada que vayas a necesitar.

Este sector termina en la Plaza del Castillo, lo cual implica que haya que subir la última cuesta, que es exigente.

(foto correspondiente a la edición del 2.015)

El sector de carrera a pie son tres vueltas de 7 kilómetros aunque realmente son menos ya que en total la distancia que se recorre, al menos lo que marcó mi pulsómetro, es de 19,32 kms. Es un circuito duro, que han mejorado ya que el año pasado había una bajada muy pronunciada. No obstante, este año también había una bajada importante hasta el parque. El último tramo del recorrido es muy duro, se empieza a subir la cuesta de los Corralillos del Gas, Cuesta de Santo Domingo hasta la Plaza del Castillo y castiga mucho las piernas, por lo que hay que reservar fuerzas para este tramo y más teniendo en cuenta que hay que pasarlo tres veces. Esa zona es la más bonita del recorrido que finaliza en la Plaza del Castillo.

Al terminar no te entregarán una medalla sino un pañuelo rojo, típico pamplonica y pasas posteriormente a la zona de descanso donde podrás recuperar fuerzas con un masaje y con diferentes alimentos y bebidas.

Lo único que te queda después es recoger la bici, para lo cual deberás enseñar la pulsera con tu dorsal, y las bolsas de cada una de las disciplinas.

Es un triatlón que, para llevar dos ediciones, está bien organizado en términos generales pero que tiene aspectos a mejorar.

(foto correspondiente a la edición del 2.015)

• Buena atención al triatleta por Dirección de Carrera
• Avituallamientos completos
• Recorridos de bici y carrera a pie atractivos en algunas zonas.

• Boyas excesivamente pequeñas que no se ven desde el agua.
• Circuito de bici abierto al tráfico que crea situaciones de peligro.
• El tramo de la carrera a pie que se hace entre el primer y segundo avituallamiento es bastante “pesada”, con un camino estrecho para ser de ida y vuelta.