Orbea Gran Fondo Vitoria-Gasteiz 2016
Era el primer año que Orbea organiza esta prueba en Vitoria y lo hacía con ambición. De entrada, el recorrido era muy atractivo, tanto por su exigencia como por la belleza de los parajes que recorría. Discurría por 173 kilómetros pasando por seis puertos donde el coloso era el de Herrera. Concretamente había que subir el Puerto de Vitoria, de tercera categoría (según calificación de la Organización); Puerto de Rivas de Tereso, de segunda categoría; Puerto de Herrera, de primera categoría; Puerto de Bernedo, de segunda categoría; Puerto de la Aldea, de segunda categoría y, por último, el Puerto de Zaldiaran, de tercera categoría. La pega que le encontramos es que el recorrido está abierto al tráfico pero es algo comprensible por la distancia que se recorre aunque, eso sí, todos los cruces están controlados por voluntarios que impiden que los vehículos invadan la calzada cuando pasan los participantes.
La geografía alavesa está plagada de diferentes recorridos posibles pero el escogido por la Organización fue un verdadero acierto. Si hay un puerto duro en Álava ese es Herrera y las vistas que se pueden contemplar al subirlo son impresionantes. Algo parecido podemos decir del Puerto de Bernedo que, sin duda es menos duro pero es una gozada las vistas de las que podemos disfrutar nada más coronar, por no olvidarnos precisamente de la propia cima, donde la carretera separa dos grandes rocas que hacen de puerta de entrada al fin del puerto.
La información que podemos encontrar en la página web es muy completa aunque de cara a los participantes que vienen de fuera de Vitoria estaría bien informar sobre alojamiento y ocio por la ciudad. Sin embargo, en lo que a la prueba se refiere, no se echa nada en falta: recorrido detallado, puntos de avituallamientos, programa, servicios, etc.
Los dorsales se pueden recoger desde el día anterior pero también hay posibilidad de hacerlo el mismo día de la prueba, lo cual nos parece un acierto porque hay que tener en cuenta que hay gente que viene de fuera de Vitoria y eso facilita que puedan desplazarse, si lo desean, el mismo día de la prueba.
La recogida de dorsales (y del maillot que hay que utilizar de forma obligatoria) está bien organizada, separando mesas según números de dorsales y no se produce acumulación de gente por lo que nos ahorramos tener que hacer cola. Es cierto que la “feria” es muy reducida, con pocos stands siendo dos de ellos, como no podía ser de otra forma, de Orbea, donde podremos comprar prendas a unos precios muy buenos, aunque en algunos casos, no tenían tallas. En el otro stand podremos contemplar varias bicis de la marca para “poner los dientes largos”. En otro stand, de otro de los patrocinadores, tuvimos la oportunidad de charlar con el mítico Melchor Mauri y hacernos unas fotos con él.
La salida se hace por cajones de tal forma que cada uno se coloca en el que desea y de esa forma se evitan grandes aglomeraciones.
Ya hemos hablado del recorrido pero no de los avituallamientos y otros servicios que ofrece la Organización. Hay seis puntos de avituallamiento, en los kilómetros 36, 56, 75, 98, 130 (es el mismo que el del punto kilométrico 75) y 175,80. En estos avituallamientos podremos encontrar todo lo que necesitamos para reponer líquidos y energía ya que tenemos agua, Powerade, refrescos, frutas y algún dulce. Además, en alguno de ellos también hay punto de asistencia mecánica. El más completo es el situado en Bernedo (Pk. 75 y 130) donde, además podremos comer, si queremos (no fue mi caso) un plato de macarrones.
Además de los avituallamientos, como decía, también hay puntos de asistencia mecánica, cuatro concretamente, además de varios vehículos (5 pone en la página web). La verdad es que vienen genial y el trato es inmejorable. En mi caso además, tuve que hacer uso de ellos ya que pinché bajando Rivas de Tereso y, cuando estaba terminando de cambiar la cámara paró un coche y me ayudó a hinchar la rueda con una bomba buena que sin duda mete la presión adecuada y te ahorra esfuerzos. Además me dieron una cámara de repuesto por si lo necesitaba en lo que quedaba de prueba, que era mucho (unos 140 kilómetros). Poco más adelante llegué al primer avituallamiento y aproveché para ajustar el cambio porque se me saltaban algunos piñones, aunque no lo pudieron arreglar del todo porque el problema que tenía no era sólo de ajuste, sino que era necesario cambiar el cambio trasero.
Otro de los atractivos que tiene la prueba es que hay tres cronoescaladas, en los Puertos de Rivas, Herrera y Bernedo, de tal forma que finalmente se entrega al vencedor un maillot como premio. Se entregan otros tres premios, concretamente un trofeo al participante más veterano, otro al afán de superación y otro al club más numeroso. El resto de participantes se podrán descargar el diploma con el tiempo invertido (oro para un tiempo de entre 5 y 6 horas, plata entre 6 y 8 horas y bronce para más de 8 horas).
En cuanto a los servicios que ofrece la Organización, está también la asistencia sanitaria, con varias ambulancias y un grupo de cicloturistas que participan velando por la seguridad del resto de participantes y por el cumplimiento del reglamento.
En cuanto a la llegada, se realiza en el mismo lugar de la salida, en el Parking de Mendizorrotza y, una vez se cruza la línea de meta encontramos avituallamiento líquido y sólido, pudiendo reponer fuerzas con una ensalada de pasta y una buena cervecita. También hay duchas a disposición de los participantes.
A lo largo del recorrido hay muchos fotógrafos que inmortalizan el paso de los participantes para posteriormente ofrecer la posibilidad de comprar las fotografías que le han sacado. El precio de las fotografías, aunque es algo muy subjetivo, creo que es razonable y, en mi caso, las compré para poder ilustrar esta valoración y guardar un bonito recuerdo.
Tanto las fotografías como las clasificaciones estuvieron disponibles en la web al día siguiente de la prueba.
En definitiva, creo que es una prueba que merece la pena hacer, tanto por la belleza del recorrido como por su buena organización. Eso sí, si quieres disfrutar realmente de ella es recomendable llegar con un buen entrenamiento previo porque es una distancia considerable y el recorrido tiene unos cuantos puertos y repechos. Con todo lo dicho y, teniendo en cuenta los precios que se mueven en las diferentes pruebas que se organizan, creo que es un precio muy razonable.
- Recorrido atractivo y exigente.
- Avituallamientos completos
- Servicios ofrecidos a los participantes
- La obligación de llevar el maillot de la Organización ya que, aunque es cómodo y de calidad, no puedes probarlo antes y si te molesta son muchas horas sufriéndolo.
- Circuito abierto al tráfico, aunque es comprensible.
- Feria del corredor con pocos stands.
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Recorrido
Atención al participante
Relación calidad-precio
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